27.4.1985
Comienzo las series Cascada y Umbrío y sigo con Cordillera. Estoy empezando a introducir cambios en el tratamiento de la pincelada y la forma. Tiende a desaparecer el trazo claramente perfilado e individualizado para dar prioridad a las masas de color en que se diluyen el signo o los grafismos del lápiz, que aparecen como nublados. Entre los cuadros de estos días hay uno muy sobrio, en que sólo utilicé grises y violeta, que se podría titular “Amanecer en la cordillera”. Es el primer paso de ese nuevo tratamiento formal.
Aunque continúo usando acuarela, muchas de las cosas que hago tienen acrílico y témpera muy diluida. La acuarela esta tratada casi con técnica de acrílico o de óleo. No llega a tener su opacidad o la densidad del acrílico, pero tampoco la excesiva esponjosidad de la acuarela. Sigue siendo sutil pero posee una densidad mayor. Puede parecer que los colores están sucios, empastados, pero el efecto es totalmente voluntario.
